Ana María Andreu y su trabajo empoderando a víctimas de ‘bullying’

Después de sobrellevar, en 2009, el ‘bullying’ que sufrió una de sus hijas, la psicóloga clínica guatemalteca Ana María Andreu se dedicó a comprender las situaciones que enmarcan y alimentan el acoso escolar. Hoy día es directora y CEO de Pienso Puedo, una iniciativa que ayuda a niños, adolescentes y adultos a desarrollarse a nivel personal y social, a través de la atención y el apoyo en problemas de aprendizaje y disciplina.

Su labor ha impactado a cientos de personas a lo largo de los años. ‘‘En general, y en todos los ámbitos: social, familiar y académico, se ha abordado el ‘bullying’ desde la visión de señalar, culpar o condenar al ‘victimario’ (el que acosa), pero sin trabajar en la víctima, en su capacidad de reacción o respuesta. He comprobado, a través de la aplicación de un programa de entrenamiento, cómo las víctimas tienen la posibilidad de frenar el acoso a partir de la correcta administración de sus emociones, de aprender a enfrentar y resolver los conflictos, de manejar el miedo, de desalentar la agresión a través de respuestas positivas, de trabajar su lenguaje corporal, de fortalecer su carácter’’.

Para la profesional, ‘‘las víctimas no son solo víctimas’’ y puede que sus acciones provoquen que el ‘bullying’ aumente, por ejemplo: enojarse, mostrar miedo, mostrar tristeza. ‘‘Estas son conductas que frecuentemente no solucionan la situación, sino que la empeoran. Identificar esos detonantes y tratarlos para que la víctima se empodere, no huya, enfrente y resuelva, es la idea. Nosotros planteamos un programa que enseña a tratar a todos como amigos, incluso al que te trata como enemigo”, indicó.

Destacó que en el programa ‘Bullies to Buddies’, creado en 2005 por el psicólogo israelita Izzy Kalman, y del que ella es representante para Latinoamérica, tiene ocho reglas sobre las cuales se fundamenta el entrenamiento de los niños y de sus familias, y les permite ver, comprender y atender correcta y eficientemente las situaciones de ‘bullying’. Las reglas son: rehúsate a enojarte; trata todo lo que te digan como las palabras de tu mejor amigo; no ataques; no te defiendas; no muestres miedo; no des quejas; cuando alguien te lastime físicamente, muestra tu dolor no tu enojo; y no seas un mal perdedor.

Para la psicóloga, el modelo aplicado desde Pienso Puedo logra cambiar la realidad de una persona agobiada por acoso, no solo en su situación puntual de hostigamiento, sino en su postura frente a la vida; asimismo, modifica la visión de su círculo más cercano, por lo que a través de otro de sus programas: Criando con Amor y Lógica, el centro en mención ayuda a los padres a disciplinar a sus hijos de forma respetuosa, responsable y divertida.

‘‘Se trata de una manera distinta de ver y tratar el problema. No hay nadie hablando del empoderamiento de la víctima, todos siguen con el enfoque antibullying, incluso los psicólogos, y urgen caminos diferentes que den respiro y salidas a millones de niños y adolescentes que a diario enfrentan acoso en el mundo. Este no es un programa antibullying, es un programa de empoderamiento de las víctimas’’

El centro, que también ofrece a padres y adultos un ‘webinar’ gratuito un lunes por mes, ha intervenido a más de 6.000 niños. Pienso Puedose ha extendido a centros educativos de Guatemala y está presente en Chile, Perú, México, Costa Rica y Colombia. El propósito, según destacó, es cambiar la cultura de violencia, por una de paz, tolerancia y respeto.

Por último, resaltó que Pienso Puedo fue fundado hace 31 años y que ofrece orientación e información en http://piensopuedo.com/ y en la línea +502-52011900.