Medellín: la transformación de una ciudad referente en tecnología y sostenibilidad
Con un sistema de transporte eficiente, una apuesta por la tecnología y unos paisajes naturales únicos, la capital antioqueña fusiona modernidad y naturaleza en una experiencia que cautiva tanto a locales como a visitantes.
Medellín, la capital de Antioquia, la “tacita de plata” o la “eterna primavera”, como todavía la llaman muchos, ha evolucionado de forma monumental en las últimas décadas, convirtiéndose en un referente tanto a nivel nacional como internacional, pues está siendo reconocida por su historia de transformación urbana y social, y por su extraordinaria capacidad de innovar, lo cual la ha posicionado como una de las capitales más avanzadas de Latinoamérica.
Pero para hablar de este lugar con 377 kilómetros cuadrados y más de dos millones y medio de habitantes, hay que hacerlo por partes, hay que empezar hablando de la transformación que le ganó la admiración mundial: a partir de los años 90, cuando comenzó su recuperación luego de años de verdadera violencia, el enfoque en la tecnología y la sostenibilidad se convirtió en la clave para su resurgimiento, tal y como lo explica María Carolina Padilla, country manager de Civitatis: «Medellín se ha posicionado como una de las ciudades líderes en tecnología e innovación en Latinoamérica y este desarrollo ha potenciado al destino en el sector del turismo», una industria que ha florecido en paralelo con los avances tecnológicos y el desarrollo urbano.
Una de las primeras señales de este cambio se dio con la creación del sistema integrado de transporte público, considerado uno de los mejores del continente, puesto que el metro, el Metrocable y el tranvía no solo conectan a los habitantes de manera eficiente, sino que también representan un compromiso con el desarrollo sostenible.
De todos modos, la innovación en Medellín no se limita al transporte. A lo largo de los años se ha consolidado como un referente en innovación con la transformación en el primer Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colombia, lo que la posiciona como la «capital latinoamericana de la Cuarta Revolución Industrial»; ha sido reconocida internacionalmente por proyectos como el Centro de Innovación y Negocios Ruta N, que busca fomentar el desarrollo tecnológico y empresarial; ha sido reconocida como la ciudad más innovadora del mundo en 2013, por el Wall Street Journal; y ha sido elegida como la ciudad más moderna del país en 2021, por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), superando a otras capitales gracias a sus indicadores de competitividad, ciencia y tecnología, y su enfoque en la sostenibilidad ambiental, reflejado en el concepto de «Ecociudad».
Sin embargo, no son estos reconocimientos los que la convierten en un destino atractivo. Rodeada de montañas y con un clima agradable durante todo el año, la ciudad es conocida por su impresionante belleza natural: desde los parques urbanos que combinan el verde de las plantas y de los árboles con la modernidad del espacio urbano, hasta los paisajes rurales que rodean el núcleo urbano, ofrece una conexión única entre tecnología y naturaleza, algo que capta la atención de cualquiera.
Además, los locales han sabido adaptarse a esas nuevas dinámicas de la urbe y han volcado sus ojos hacia el turismo, ofreciendo tours que muestran lo mejor de ambos mundos, por ejemplo, un paseo por el Parque Arví, ubicado a pocos minutos del centro en Metrocable, ofrece la posibilidad de desconectar del bullicio urbano y sumergirse en la tranquilidad de la naturaleza. «Es sorprendente cómo puedes estar en pleno centro y en solo minutos encontrarte rodeado de naturaleza. Es una experiencia única y parte de lo que hace a Medellín tan especial», dice José María Plaza, un escritor español que viene periódicamente a este lugar del mundo.
Y es que si bien es cierto que la naturaleza cercana al área urbana es un atractivo, lo es aún más su ubicación geográfica, que sirve como punto de partida para explorar las bellezas naturales del departamento completo: a una corta distancia se encuentran destinos como Guatapé y su famosa piedra, o Santa Fe de Antioquia, un pueblo colonial lleno de historia. Sin contar con que durante todo el año tiene una gran oferta de museos, teatros y galerías de arte, y celebra eventos, para todo público, de gran relevancia como lo son la Feria de las Flores, la Fiesta del Libro y la Cultura o el Festival Altavoz, que, respectivamente, son un homenaje a la biodiversidad y la riqueza natural de la región; a la literatura colombiana; y al rock latinoamericano.
Y esto es importante tenerlo en cuenta porque todos esos eventos y todos esos espacios dedicados al arte y la cultura son una apuesta por el turismo sostenible: la ciudad ha implementado diversas políticas para garantizar que su crecimiento turístico no comprometa sus recursos naturales ni el bienestar de sus habitantes, y la creación de espacios como el Jardín Botánico, que se ha convertido en un oasis verde y que es precisamente donde se desarrolla la Fiesta del Libro y la Cultura, es una muestra fehaciente de cómo se ha integrado la sostenibilidad en la planificación urbana.
De cara al futuro, Medellín sigue apostando por ser un referente en innovación y belleza natural: está comprometida con seguir avanzando en el desarrollo de proyectos que integren la tecnología con la naturaleza y que promuevan un turismo responsable y sostenible, ya que según los expertos está en el radar de los turistas por su belleza y por ser un ejemplo de cómo una ciudad puede transformar su historia para convertirse en un referente global: «Medellín ha demostrado que no solo es un destino turístico por su pasado, sino por su presente y futuro. La combinación de innovación, transporte de primer nivel, y el respeto por la belleza natural la han colocado en el top 10 de los destinos más reservados en Latinoamérica», concluye María Carolina.